miércoles, 30 de setiembre de 2009

Ciudades: tanto de sí y tanto de no

Las ciudades que nos engullen los días de libre, y no, disposición son fiambreras latentes, que esperan cadáveres que no imaginaron serlo a la vuelta de la esquina.

El cadáver que sale de su casa con la piel caliente, el corazón dando saltitos y puede volver con la dermis más fría que un témpano tiene proyectos (de familia, de no familia, de trabajo, de cobrar el paro y mientras hacer un curso del inem, de coleccionar sellos, de practicar la filatelia, la colombofilia y la numismática, de llegar a viejo y que sus hijos no le metan en una residencia, de conseguir un autógrafo de Miguel Ángel Silvestre o de Elsa Pataky, de que le toque la lotería y deje de trabajar mientras aprende a jugar en bolsa y gana, o pierde, más dinero de lo invertido....en fin, que el cadáver futuro que sale de su casa con la piel caliente tiene proyectos).

Las ciudades son un agente doble que le pasa información al ocio, y al odio, de todos los callejones del gato y a veces la rutina de seguir vivo es tan excepcional como que llueva en agosto, hasta que de repente llueve y pensamos que son las cabañuelas y nos están anunciando la meteorología del año próximo. Y cuando llueve....cadáver.

La ciudad es la fiesta de un barrio y los botellones que se hacen al lado de su cementerio a pocos metros, la ciudad es una broma muy seria llena de pozos tapados por el ramaje de las vallas y el asfalto de adolescentes punkies, pijos, grunges, normales (o sea, sin sustancia) , floggers o góticos, como las niñas de zp, que se fueron monísimas de la muerte a ver a Michelle y Barack con sus vestidos negros, sus muñequeras porque sí (no porque iban a jugar al paddel) y con su personalidad por bandera a juego con la de sus papás, interlocutores válidos (o inválidos) de la crisis que nos amordaza.

Las ciudades....que dan tanto de sí, pero también tanto de no....

jueves, 24 de setiembre de 2009

Photoshop o filetes crudos


Me encanta el absurdo ya que, detrás de él se esconde la cruda realidad, o sea, el bistec que sangra cuando se ha pedido al punto, el salario bruto que se queda en un neto irrisorio cuando los comparas en la nómina o la esmeralda que, aunque piedra preciosa, tiene en ocasiones puntos negros everywhere y por lo tanto vale la mitad.


Por todas esas cosas me encanta el Hola, que es la bandera del filete crudo que transmuta personalidades, photoshop mediante.


Bueno, quien dice el Hola dice todo lo que el kiosco nos muestra y que lleve imágenes dentro (a Dios gracias aun quedan los periódicos impresos, a los que la urgencia del día a día no les permite mucho retoque que digamos).


Se dice que el reflejo de las cosas es inevitable, pero que el brillo se puede retocar. Ahí radica el territorio photoshophico, en el falso brillo que se imprime a todo bicho viviente de rancio abolengo (o simplemente rancios y rancias que pasan por abolengos).


Preferiría mil veces el reflejo lleno de arrugas de un código de barras labio superior arriba, antes que un bigotazo femenino perfeccionado con tonos rosa-crema pastosos que tanto lo apartan de su verdadera realidad. Las publicaciones nos quieren hacer vender que en la familia Preysler, un poner ya que los tengo a ojo en forma de fantastiquísima portada esta semana, son todos hermanos mamma Isabel included.


En este caso no se sabe exactamente quien debe ser quien, debido a su estado de photoshopización. Si Julio José es el patriarca, Chabeli su esposa o sus hermanas unas primas hermanas que se han apuntado a posar.


El día en que photoshop se venda en crema todos moriremos jóvenes y lozanos y las leyendas que nos dejaron en forma de bonitos cadáveres y frescas vísceras serán sólo una anécdota en los obituarios de nuestra historia documental.




miércoles, 23 de setiembre de 2009

Aromas

"Hueles a martes, dijo la chica al chico en la mesa de al lado, al tiempo que yo pedía al camarero el gin-tonic de media tarde.

Me acordé de mi madre, que era capaz de averiguar si venía del colegio, de los billares o del cine con un leve movimiento de la nariz. Y nunca se equivocaba. Se puede ir a los billares, al cine o al colegio cualquier día de la semana y casi a cualquier hora, ¿pero es posible pasar la tarde de un miércoles en un martes sin que se entere nadie?.

La idea abría un territorio completamente nuevo para el adulterio. Nada más excitante que engañar al domingo con el lunes o al sábado con el viernes. Cómo no se me había ocurrido antes.

Pues estamos a jueves, respondió, suspicaz, el chico, como si se defendiera de una acusación de infidelidad. Estaremos a jueves, insistió ella, pero tú sigues oliendo a martes. Me pregunté si el martes habría sucedido algo especial que a ella le hubiera disgustado, pero a lo que él permaneciera enganchado por alguna razón de orden sentimental.

En esto, llegó mi gin-tonic, revolví los cubitos de hielo y di el primer sorbo, que es el mejor (si no resultara una extravagancia carísima, pediría varios gin-tonics sucesivos de los que sólo aprovecharía el primer trago).

Mientras el combinado atravesaba mi garganta, produciendo una euforia ligera, pero inmediata, en las neuronas, los jóvenes se hundieron en un silencio hosco. ¿Como olerían los lunes?, me pregunté yo. A colonia fresca, de baño, sin duda. Me pareció en cambio que los sábados despedirían un aroma pesado, aceitoso, como esos perfumes baratos que dejan manchas en el cuello de la camisa o de la blusa.

Pues tú hueles a domingo, dijo él al fin, rompiendo una sitaución que comenzaba a resultar difícil. ¿A un domingo cualquiera?, preguntó ella. Al domingo que sabes, no disimules, dijo él, y se echaron a reir."

Juan José Millás - El País 18/09/09

lunes, 21 de setiembre de 2009

Té o café. Tabaco o hucha. El País o El Mundo

Vivimos tiempos convulsos.

Nos agobian las dicotomías, un poner entre ver Sálvame Deluxe, que es una zanja a la que nos abonamos con el jolgorio de una despedida de soltera en un streaptease, o que nos arrulle Cantizano con su voz cachonda-educada-lista-discreta de ama dominatrix televisiva en un Dec que no es Rec.

Me pongo la vacuna de la gripe estacional o la de la gripe A (rezando para ser grupo de riesgo) echando mano de mi amigo de la infancia que es médico de familia y, perfectamente, puede falsificarme un historial de bronquitis (y de todas las -itis si hace falta) crónica, quedándome más ancha que larga.

Me quito las sandalias o me pongo las botas que no me quise quitar en verano, lo cual tuve que hacer ya que los pies corrían riesgo de cocerse en contacto con el asfalto.

Té o café. Tabaco o hucha. El País o El Mundo.

ZP con nuestra crisis pegada a las cejas y enarcada a su sonrisa Italiana, que es algo que me acabo de inventar y que uso en mi fuero interno para visualizar a nuestro presidente confraternizando educadamente (las formas lo primero) con impresentables que consideran a la mujer de color de rosa....

....o me quedo con la boca de Rajoy, que se asemeja a la de un Sr. que acaba de caérsele la dentadura y la anda buscando en un ropero lleno de trajes y micrófonos ocultos...

Todo es A o es B o es B y luego A.

Me quedo con el Real Madrid postizo de parches de lujo, talón mediante, o con el BarÇa de Laporta, que es un señor que dice que "Cataluña es una nación y Madrid una distribución administrativa" (cuidado presidente, que este equipo Guardiolano de Gladiators que regentas puede perder adeptos en el resto de la piel de toro y hacer que los tránsfugas se hagan del Albacete Club de Fútbol...tu dirás)

Todo es dicotomía, hasta la verdad, que algunos presuponen una.

El dilema a todo esto es lo único divertido de encontrar una solución a tantas vicisitudes....no cabe duda que en el camino está lo divertido, no en la decisión final.

jueves, 17 de setiembre de 2009

De cuando las piedrecitas en la cúspide ruedan y acaban siendo rocas que señalan los caminos...

"Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos"

Confucio

martes, 15 de setiembre de 2009

Belén Esteban: Luces y Sombras

Todo punto de luz produce una sombra.

Conclusión: no hay que usar más luces que las que realmente necesitemos ya que, a más puntos de luz, se producirán más sombras.

Así que, parafraseando a Oscar Ladoire en "Pagafantas" donde advertía que no le gustaba dar consejos, yo le diría a Belén Esteban (que por su hija ma-ta) que no ilumine demasido su cuerpo catódico ya que las sombras podrían sumergirla en la sobreexposición de su verdad y la sombra siempre figuraría en el lado opuesto de su luz, deluxe.

Las sombras en las caras no venden, ya que siempre producen arrugas, y bastante tiene ella ya con el surco, que más bien parece un meandro, de Jesulín y la familia Ambiciones-telerín.

miércoles, 9 de setiembre de 2009

Impresiones

Hablando de impresiones, éstas no son como los tatuajes de Angelina Jolie (entre otros "quod me nutrit me destruit"), la cual hace un tiempo llevaba en el hombro izquierdo y el labio vaginal derecho el nombre de su anterior ocupante residente, Billy Bob Thornton, y ahora que él ya es pura anécdota en su vida ha ido a lo seguro y se ha marcado, sustitutivamente en el hombro izquierdo (al labio vaginal ya no llego), las coordenadas de los lugares donde nacieron sus hijos (o algunos de ellos... son tantos....)

Las impresiones son indelebles, duraderas, invisibles, certeras y cinceladas por algún mecanismo del cerebro que las activa cuando da la sensación de que nunca existieron.

Las impresiones están ahí y estampan su versión, aunque racionalmente el otro lado de las neuras (siempre existe un "otro lado") te quiera llevar por los cerros de una Úbeda inexistente.

El día que conocí a Fulanita, hace un año aprox, yo, que nunca me fijo en los zapatos, fuí directa a dar primero la mano firme (quizás le apretase un poco ya que el asunto era serio) y, acto seguido, me fijé en sus manoletinas-bailarinas...etc doradas y reflectantes, como la arenisca que encontraban los buscadores de oro en el antiguo oeste.

Pasado un año, y volviendo a retomar el contacto, antes de darle la mano firme de nuevo ya que seguían siendo negocios, había olvidado sus manoletinas-bailarinas... etc reflectantes pero, una vez comprobado que su mano seguía sin ser la de una momia, mis ojos volvieron otra vez a su calzado y una vez más encontré las manoletinas-bailarinas...etc, esta vez con reflejos de plata, y caí en la cuenta de que, lejos de la sosez que me inspira este tipo de calzado, me gustaron.

Es más, me gustaron con la retroactividad de la otra vez en el recuerdo, y pensé que su personalidad residía ahí, en el calzado extraplano que otras, como Carla Bruni, llevan con la borreguez de no hacerla resultar más alta que su napoleónico marido y, por supuesto, excluído Cayetano Rivera, que las pasea a juego con su último traje plateado de Armani, reflejado en los abalorios de la Duquesa de Alba, que le mira en los tendidos de la Goyesca de Ronda.

Ella, sin duda...la mujer de hace un año, siempre será sus manoletinas-bailarinas...etc y mi previa mano firme. Cosas de las impresiones que, queramos o no, ahí se quedan y nunca quieren irse.

viernes, 4 de setiembre de 2009

Que vida

Porque ya se notaba tu ausencia, la primera contraportada de tu otoño siempre es motivo de alegría...

"Telefoneé a mi amiga Maruja y descolgó el jefe de seguridad de unos grandes almacenes. Mi amiga se había dejado el móvil en un probador. Llamé a Maruja al fijo y le pregunté donde tenía el móvil. En el bolso, supongo, dijo ella. Búscalo, dije yo. Lo buscó sin hallarlo, entonces le conté, riéndome, que lo tenía el jefe de seguridad de unos grandes almacenes.

Como notara al otro lado un silencio ominoso (qué rayos querrá decir ominoso) pregunté qué ocurría, y mi amiga me confesó que había robado una falda. Media falda en realidad, añadió, pues estaba rebajada. De repente, el móvil a secas se había convertido en el móvil del crimen. ¿Que hacer? Telefoneé de nuevo al móvil de mi amiga y volvió a responder el jefe de seguridad. Mi amiga, dije, ha entrado en urgencias y está al borde de la muerte, de modo que me voy a acercar yo a recoger su móvil. ¿Y la falda?, dijo el jefe de seguridad. ¿Que falda?, dije yo. La que ha robado su amiga, dijo él.

Aquí, entre nosotros, dije yo, era una mierda de falda. Pues el móvil es una mierda de móvil, dijo él. Si le parece, dije yo, le devuelvo la falda de mierda, me devuelve la mierda de móvil y aquí paz y después gloria.

El jefe de seguridad dudó unos instantes, luego bajó la voz, como con miedo a que le escucharan, y dijo que en el fondo él admiraba a la gente como mi amiga. Yo jamás me he atrevido a robar nada, añadió, lejos de eso me dedico a detener a la gente que roba, por lo que me detesto, me odio, no sé cómo he llegado a esta situación, me gustaría devolverle personalmente el móvil a su amiga.

Ya le digo que está en el hospital, dije yo. Pero sé que es mentira, dijo él. Total, que esa noche, al salir del trabajo, fue a casa de Maruja a devolverle el móvil. Le llevó también una blusa estampada que era la primera cosa que lograba robar. Y ahora salen juntos, qué vida."

Juan José Millás - El País 04/09/09

jueves, 3 de setiembre de 2009

Desfashionable


En un intento más por empatizar con el pueblo mileurista, o ceroeurista, el Rey (al decir esto mi mente viaja irracionalmente hacia una habitación rancia, oscura y fría con un hombre adosado a un trono, cetro, escalinatas, cortesanos y conjuras)

Decía....el Rey, si. Que se nos ha dejado barba.

Al principio comenzó con una de tres días, que es la coqueta, la que disimula la papada, la de descansar la piel en el pellejo durante el verano y la que Carmen Rigalt veía desaparecer justo antes de comenzar el curso político-sanitario-desempleado-fascicular que nos ocupa en Septiembre.

¡Pues no!

El Rey (ya sabemos, trono, cetro, conjuras...bla, bla, bla...), ofreciéndole dos tazas de caldo a Don Cayo Lara que quiere que Juanito se pire del trono para instaurar la 3ª República, se presentó a la reunión con la barba a la que nadie auguraba vida protocolaria.

Y es que la monarquía, para solidarizarse con el pueblo soberano, se está dejando los pelos poniéndose en la piel de parados, embarazadas acojonadas por variadas razones, autónomos y todo lo que para sobrevivir necesite de ingresos en caja.

No hay nada como desfashionarse para que la masa crea que los ricos también lloran y algunos concluyan que "ricos, pobres, flacos, gordos....todos mordemos el polvo".

martes, 1 de setiembre de 2009

La biodegradabilidad de las cosas

María, pongamos mi nombre favorito, va a hacer la compra a Carrefour el 02/09 con la noticia que ha escuchado en el programa de Ana Rosa de que ya no va a poder utilizar bolsas de plástico en el super ya que necesitan, año arriba año abajo, 400 para mimetizarse con la tierra y convertirse en algo que no sabemos a ciencia cierta lo que es.

Estiercol, quizás, pero de aquí a 400 años eso será como el ábaco, un instrumento de cálculo antiguo que dio lugar después a todo lo demás.

María piensa que tendrá que comprar bolsas de basura para tirar las cáscaras de huevo de su cocina o las colillas de su marido, ejem, en vez de utilizar las, tan prácticas, del Carrefour y que, en cierta manera, biodegradabilizará su vida mimetizándose con el carrito obligatorio a partir de ese día y con el que recorrerá la pasarela de lineales que adornará la vida doméstica.

En realidad, la razón principal por la que María va al Carrefour, ya carrito mediante, es tener la posibilidad de que le cobre la cajera rubia de bote, pelo encoletado y con piercing en la nariz, que es la que le hace tirar palante y que, cada vez que la mira, piensa que quizás algún día se levantará de su asiento de caja, irá al baño, se lavará las manos dentro de las 10 veces que le exige la empresa al día (la gripe, ya sabemos) y, de vuelta a su sitio, se chocará con el carrito de María, la mirará con el desinterés que producen casi todos los choques, pero la próxima vez que tenga que cobrarle la compra a María ella podría intentar encajar algún tema de conversación y eso le salvará el día y le hará soñar que existe un mundo mejor entre la sección de panadería y la de cosmética y dará gracias a Carrefour por considerar de una vez la importancia de la biodegradabilidad de las cosas.