miércoles, 9 de setiembre de 2009

Impresiones

Hablando de impresiones, éstas no son como los tatuajes de Angelina Jolie (entre otros "quod me nutrit me destruit"), la cual hace un tiempo llevaba en el hombro izquierdo y el labio vaginal derecho el nombre de su anterior ocupante residente, Billy Bob Thornton, y ahora que él ya es pura anécdota en su vida ha ido a lo seguro y se ha marcado, sustitutivamente en el hombro izquierdo (al labio vaginal ya no llego), las coordenadas de los lugares donde nacieron sus hijos (o algunos de ellos... son tantos....)

Las impresiones son indelebles, duraderas, invisibles, certeras y cinceladas por algún mecanismo del cerebro que las activa cuando da la sensación de que nunca existieron.

Las impresiones están ahí y estampan su versión, aunque racionalmente el otro lado de las neuras (siempre existe un "otro lado") te quiera llevar por los cerros de una Úbeda inexistente.

El día que conocí a Fulanita, hace un año aprox, yo, que nunca me fijo en los zapatos, fuí directa a dar primero la mano firme (quizás le apretase un poco ya que el asunto era serio) y, acto seguido, me fijé en sus manoletinas-bailarinas...etc doradas y reflectantes, como la arenisca que encontraban los buscadores de oro en el antiguo oeste.

Pasado un año, y volviendo a retomar el contacto, antes de darle la mano firme de nuevo ya que seguían siendo negocios, había olvidado sus manoletinas-bailarinas... etc reflectantes pero, una vez comprobado que su mano seguía sin ser la de una momia, mis ojos volvieron otra vez a su calzado y una vez más encontré las manoletinas-bailarinas...etc, esta vez con reflejos de plata, y caí en la cuenta de que, lejos de la sosez que me inspira este tipo de calzado, me gustaron.

Es más, me gustaron con la retroactividad de la otra vez en el recuerdo, y pensé que su personalidad residía ahí, en el calzado extraplano que otras, como Carla Bruni, llevan con la borreguez de no hacerla resultar más alta que su napoleónico marido y, por supuesto, excluído Cayetano Rivera, que las pasea a juego con su último traje plateado de Armani, reflejado en los abalorios de la Duquesa de Alba, que le mira en los tendidos de la Goyesca de Ronda.

Ella, sin duda...la mujer de hace un año, siempre será sus manoletinas-bailarinas...etc y mi previa mano firme. Cosas de las impresiones que, queramos o no, ahí se quedan y nunca quieren irse.

2 comentarios:

marga dijo...

la vagina no tiene labios, la vulva sí

:)

sinfonía agridulce dijo...

A saber si los tiene, algún día descubrirán que en el ombligo también hay labios y que hay un nuevo lenguaje que sólo puede hablarse a través de él...

;))