miércoles, 9 de junio de 2010

Gambas con gabardina

De vez en cuando mi padre me recuerda palabras que casi no uso. No por nada, sino porque los cambios geográficos y ambientales han hecho que las sustituya, sin darme cuenta, por correctos eufemismos o por el simple hecho de que poca gente las entendería.

Ayer me soltó una de estas palabras, dentro de su normalidad lingüística (y de la que debería ser la mía, pero ya no lo es tanto), y tuve la convicción de añadirla rápidamente, de nuevo, a la base de datos de mi lengua.

El significado de la palabra es, básicamente, "persona vaga".

El vago normalmente nace vago, así, si más. Igual que el vendedor sale del vientre de su madre con un taco de papeletas para el viaje de fin de carrera por eso de ir ganando tiempo. Aunque no todos los vagos lo son de nacimiento sino que la vida los modela poco a poco hasta tener ese carácter aunque ellos no quieran.

Ser vago por obligación es una putada para quien es hiperactivo, ya que la vagancia se muestra como un pecado molesto para quien quiere hacer mil cosas.

Pues bien, ayer cuando salí a la calle, ante mi se presentaron mogollón de personas, todas reunidas y apelotonadas, con banderas y gritando proclamas. Desde luego, protestar en público no es algo gratuíto y, diantres (vaya palabro), si lo hacen por algo será.

Entre esas personas ví a algunos conocidos que en algún momento de sus vidas me atendieron en sus puestos de trabajo, con un previo de cola absurdamente kilométrica hasta que me llegara el turno. Ellos aducían la falta de personal en los mostradores por estar comiéndose, quizás, un bocata de gambas con gabardina en su obligado tiempo de descanso, y que por supuesto no podía pararse por una simple cola.

Total, nadie les iba a echar de su puesto de trabajo.

También he visto entre los que llevaban banderas a algún conocido cuya actividad diaria es poner y quitar grapas. Todo esto muy a su pesar, ya que lo que esta persona querría es ayudar a la comunidad de otra manera, pero si le han dicho que ponga y quite grapas pues eso tendrá que hacer por huevos. Digamos que no es el prototipo de vago de nacimiento, sino que es vago por concurso.

Otro de mis conocidos, al cual no he visto en lo de las pancartas de ayer, no es para nada vago sino todo lo contrario, pero también habrá salido con alguna bandera (o consigo mismo) para protestar por lo mismo que protestaban ayer los que llevaban pancartas, quizás por el deseo de que sus compañeros de actividad sean cada vez menos perezosos y puedan ser capaces de renunciar al bocata de gambas con gabardina, entre otras cosas, para atender a un cliente con una urgencia grande.

Vivimos tiempos convulsos y extraños...

Los volcanes nos impiden volar, Belén Esteban gana Más que baile, Letizia y Sartorius se toman una Coca Cola mientras hablan de sus cosas, Fran y Eugenia se van al Rocío a rememorar antiguos polvos...

A este paso la frente se nos va a llenar de tantas arrugas como a San Guardiola Bendito cuando se pone a pensar que banda sonora les pondrá a sus jugadores antes de un partido decisivo....

No hay comentarios.: