martes, 16 de marzo de 2010

Marzo

Legañas.

Abre los ojos (de nuevo)

Sara Carbonero habla del último partido del Madrid aguantándose la sonrisa tonta en la boca, mientras su compañero Hilario la mira con celo periodístico y piensa cuanto le gustaría hacerle alguna pregunta maliciosa en directo, de esas que le hicieran salirse de sus Casillas.

Belén Esteban se divorcia (replay-reload) y su cara maquillada se le corre entera a golpe de share con cada lágrima.

Fuera hace un sol de escándalo para ser tan temprano, aunque siempre sea tarde, y en una esquina un grupo de mamás se apelotona en una melé de mochilas rosas de Hanna Montana. No se ven sus hijas, igual es que sus hijas ya son ellas.

El camino entre A y B es un futuro lleno de terrazas, que se adivinan como un reguero invisible de hormigas tacheando el suelo.

La luz cae de lado entre los edificios y las gafas de sol se remueven inquietas dentro de sus fundas. Los abrigos se empiezan a sentir un poco fuera de lugar en los cuerpos agotados de tanta lluvia y viento, y se miran unos a otros con la esperanza de que, finalmente, puedan descansar de las mil inclemencias en cualquier percha que los mantenga erguidos.

Los ojos se sorprenden de tanta luz, después de un invierno pluscuamperfecto, y no se acaban de creer que los chuzos de punta vayan relegándose poco a poco a un pasado de paraguas infinitos que pareciera que nunca existió.

Abonado a una marquesina está Cristiano Ronaldo, cincelado como una figura de cristal de roca. Busco a Megan Fox, por aquello de la paridad publicitaria, pero igual está inmersa en otra calle por donde pasen más mujeres que la taladren viva de deseo o de envidia (los publicitarios no son tontos)

Todo se repite, todo es un dacapo de estaciones y en medio estamos todos colgados de una nómina que se presupone el cordón umbilical que nos lleva a la felicidad.

Menos mal que está Marzo.

2 comentarios:

Capitana de los Vientos dijo...

¿Si llueve porque llueve y si hace sol porque siempre después de llover despeja? Inconformista, tú no? ;-)
Supongo que es lo que tiene de repetitivo el tiempo y la vida. Siempre, de alguna manera, puede romperse la monotonía o buscar detrás de las marquesinas.

sinfonía agridulce dijo...

Es una putada ese estado, por lo que tiene de gasto de energía, pero lo prefiero a estar de acuerdo siempre con todo lo que nos cae (o lo que nos va a caer)

Me es más natural la rebeldía que la aceptación. Desgraciada o afortunadamente, me lo cuestiono todo hasta límites insospechados (algo bastante saludable en cuestiones de higiene mental ;)

Besos,