Me levanto, pongo el pie en el suelo (al igual que sólo me pinto un ojo), salgo a la calle y la primavera entra por la vida a la vez que el invierno sale por la ventana.
Quizá el tiempo esté sincronizando su Itunes de lluvias y relámpagos con el de los mortales en este Noviembre, y nadie entienda el deja vú al que nos enfrentamos a diario dejando los abrigos en las perchas, porque no tienen trabajo en los cuerpos, y todo esté pensado por alguna mente calenturienta de outlet, que es la que nos hace llevar dos mangas escuetas en los brazos.
Los coles van a los niños, que siguen de la mano de los mismos padres de todas las mañanas, y ellos también se preguntan si hay que encebollar de mangas a sus pequeños o llevarles ligeros de equipaje con sólo la mochila, poco más.
A este paso, dentro de nada, nos salpicará en los ojos la sal del mar...
lunes, 23 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
Pues sí...Dentro de poco Madrid será también un poco desierto...Qué bien escribes, Sinfo.
A ver si de verdad llega ya el invierno, que si no las navidades van a parecer navidades australianas, o chilenas...
Un beso.
Yo, con este variable tiempo, me he vuelto gilipollas del todo.
Pues, chicas, parece que lo gris ya ha llegado....
Un beso a las dos
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