martes, 3 de febrero de 2009

El principio del comienzo, o como confiar tu tiempo a 248 páginas solo por el perfil de escuchar como suena la primera de ellas

"Perfil de una gran ciudad.

Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ave nocturna que vuela muy alto.

En el amplio panorama, la ciudad parece un gigantesco ser vivo. O el conjunto de una multitud de corpúsculos entrelazados. Innumerables vasos sanguíneos se extienden hasta el último rincón de este cuerpo imposible de definir, transportan la sangre, renuevan sin descanso las células. Envían información nueva y retiran información vieja. Envían consumo nuevo y retiran consumo viejo. Envían contradicciones nuevas y retiran contradicciones viejas. Al ritmo de las pulsaciones del corazón parpadea todo el cuerpo, se inflama de fiebre, bulle. La medianoche se acerca y, una vez superado el momento de máxima actividad, el metabolismo basal sigue, sin flaquear, a fin de mantener el cuerpo con vida. Suyo es el zumbido que emite la ciudad en un bajo sostenido. Un zumbido sin vicisitudes, monótono, aunque lleno de presentimientos."

"A.D"-H.M

No está mal, no es un mal comienzo....

8 comentarios:

Repeluko dijo...

... "Nuestra mirada escoge una zona donde se concentra la luz, enfoca aquel punto. Empezamos a descender despacio hacia allí. Una mar de luces de neón de distintos colores. Es lo que llaman un barrio de ocio."

:)

sinfonía agridulce dijo...

"Las enormes pantallas digitales instaladas en las paredes de los edificios han enmudecido al aproximarse la medianoche, pero
los altavoces de las entradas de los locales siguen vomitando sin arredrarse música hip-hop en tonos exageradamente graves. Grandes salones recreativos atestados de jóvenes. Estridentes sonidos electrónicos. Grupos de universitarios que vuelven de una fiesta. Adolescentes con el pelo teñido de rubio y piernas robustas asomando por debajo de la minifalda. Oficinistas trajeados que cruzan corriendo la encrucijada a fin de no perder el último tren. Aún ahora, los reclamos de los karaoke siguen invitando alegremente a entrar. Un coche modelo Wagon de color negro y decorado de forma llamativa recorre despacio las calles como si hiciera inventario. Lleva una película negra adherida a los cristales. Parece una criatura, con órganos y piel especiales, que habita en las profundidades del océano. Una pareja de policísa jóvenes hace la ronda por la misma calle con expresión tensa, pero casi nadie repara en ellos. A aquellas horas, el barrio funciona según sus propias reglas. Estamos a finales de otoño. No sopla el viento, pero el aire es frío. Dentro de muy poco comenzará un nuevo día."

;)

Anónimo dijo...

Suena bien, y se lee mejor.
un saludo

sinfonía agridulce dijo...

Igual que tus comentarios Montse, siempre suenan bien y se leen en confianza...

Un abracín

Repeluko dijo...

Yo ya lo terminé

¿No le has cogido una especie de cariño a Mari Asai?

;)

sinfonía agridulce dijo...

Mari Asai es rara, como yo, y se va a sitios como Denny's, a los que también voy yo a estar conmigo o con un libro o con desconocidos conocidos o conocidos desconocidos...

Aun voy por la pág 106, no está mal para ir leyéndolo por la calle ;))

Repeluko dijo...

A mi no me resulta rara.
Me parece dulcemente encantadora.

Yo también tengo muchos Denny´s. ¿Qué seriamos sin ellos? jeje

Buenas noches ;)

sinfonía agridulce dijo...

Yo tengo un Denny's muy particular :) de allí han salido historias, vivencias y letras muy interesantes...

Mari es dulcemente encantadora, si, por eso es rara ;) encontrar gente así hoy en día es a veces complicado...aunque haberlas haylas ;)

Buenas noches...