domingo, 15 de junio de 2008

la condición indispensable para que un príncipe azul aparezca en tu vida es ponerte brackets en los piños...

en estos tiempos de huelgas, fútbol y luchas fratricidas dentro del mismo partido político que nos asolan, el opio del pueblo es como el mito del héroe hermoso pero al revés...

desde que fernando gaitán escribiera para la televisión colombiana, yo soy betty, la fea, y miles de feas de todo el mundo exportable visualmente se reconocieran en ella y en la posibilidad de que unos brackets no fuesen impedimento para encontrar a su príncipe azul, la teleserie está siendo como el día de la marmota de las feas que acaban encontrando una capa (azul, of course) que restaure su belleza, no solo interior, sino exterior a golpe de remake...

en vista del éxito del eterno patito feo que desea a su guapo jefe para no encontrarse jamás en su cama (azul tb), aquí en españa, como ya vamos siendo más listos, decidieron que había que beatrizar a las feas trabajadoras locales y yo soy bea salió al ruedo ibérico de la parrilla televisiva con efluvios de la betty colombiana, aunque haciendo chistes sobre el € o sobre isabel preysler, un poner.

cientos de capítulos después, por fin, vemos lo que ya sabíamos que íbamos a ver (y aun así, la aparición de la bella beatriz, sin brackets ni el pelo recogido como una antigua sino pintada como una puerta, recortada de cejas y con minifalda de terracita, fue el minuto más visto de toda la semana en la televisión española...). bea es como titanic, puedo concluir, no se puede dejar de ver aunque ya se sepa que todos van a acabar en el mismo sitio.

ahora a los niños, en vez de contarles el cuento de caperucita, tendrá que hablárseles de la historia y habremos de proponer al ministerio de educación que ver capítulos de bea bajados del you tube sea obligatorio como asignatura dentro de los planes de estudio.

ahora que yo soy bea está fuera de nuestras teles, un spin-off nos espera con personajes de la serie. no sabemos si estará nuestra heroína o no, pero seguro que su espíritu les alumbra como el de la estátua de la libertad facial.

y hablando de la madonna americana, la chica verde que alumbra N.Y viniendo de staten island con escala en el distrito financiero, otra betty (que en realidad es la misma, pero con salma hayek de productora y manhattan relumbrando los siempre brackets de la poco agraciada) ha desembarcado en nuestras sufridas teles.

esta es la bea del glamour, de carreras hacia la oficina con un café del starbucks, mientras vemos el empire state de fondo o, puede ser, algún paseo diurno por las decenas de parques del centro del mundo (compartido con el lugar donde el silencio es ensordecedor) o terminando con una fiesta organizada por su guapo jefe (el ex novio de la horrible jenny de the L word) en algún loft del village manzanero..esta igual si la veo porque el entorno obliga y reniega de los personajes para convertirse en el protagonista de la historia..

en fin, que los tiempos cambian, pero las personas no y ahora resulta que lo añejo es trendy-folk (digamos).

abrazos azules ;)

5 comentarios:

Izel dijo...

La belleza es tan relativa que dpende de cómo te veas tú en el espejo...

Puntoaparte dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Puntoaparte dijo...

Si es que ya se sabe que las historias chica conoce chico y a la inversa son historias universales. Historias que, aún dentro de sus localismos, consiguen engancharnos ya que todos hemos vivido situaciones así en nuestras vidas ... Y es que después de todo, ni somos tan únicos, ni tan especiales, ni tan imprescindibles ... Pero a quién no le gusta que le regalen el oído y le hagan sentir como el motivo por el cual palpita el corazón de nuestro amada/o.

sinfonía agridulce dijo...

-puntoaparte: nadie es imprescindible, la naturaleza nos da buena cuenta de ello...

-izel: pues yo, verme en el espejo, he de decirte q se me está olvidando mi propia cara, de tan deprisa que voy por la vida. paso delante del espejo y solo veo algún rizo... :) la belleza está en lo bueno, lo malo (aunque sea giselle bundchen) es horroroso y nada sexy...

bsines

Marina Judith Landau dijo...

Me encanta esta nota, el modo que tenés de expresarte.
Desde la tele nos venden, y somos nosotras las que decidimos comprar o no comprar.