jueves, 9 de junio de 2011

Silvia

"Carole Middleton, distinguida y orgullosa madre, también participó en la exclusiva carrera con un caballo de su propiedad"
Si leyéramos éste párrafo aislado de su fuente, por ejemplo si lo encontráramos tirado en el suelo mientras esperamos en la cola del súper, no pensaríamos nada. O sí.
Podríamos pensar que quizás se le habría caído a un periodista que venía de una rueda de prensa y el titular que tenía previsto acabó a los pies de una cajera con el pelo recogido en una coleta y las uñas pintadas de negro.

Podría ser también que la propia Carole Middleton hubiese venido a España y, mientras su pija, perdon, hija Pippa se iba al Retiro a remar bucólicamente con otros pijos, perdón, hijos de amigos ella se acercara al Mercadona (después de haber leído y recortado la noticia de una revista) y recopilara unas buenas barras de pan y algo de embutido para hacer unos bocatas que hicieran menos costosa la excursión que tenían planeada a la Pedriza, y en esas se le hubiera extraviado el recorte.

O, mismamente, podría haber sido yo misma que, acercándome a pagar cuatro cosas de última hora para el fin de semana, hubiése tenido la torpeza de que esto mismo que escribo aquí (y que ya había escrito en una nota y metido en un bolsillo) se me cayera y fuera a parar a los mismos pies de la misma cajera de la coleta y las uñas pintadas de negro.

(En fin, así podríamos estar en bucle, cómo los "toques" de facebook. Así que paremos...)

Si analizamos la frase, las llamadas a la clase y a la pertenencia quedan patentes en la nota. Palabras cómo "distinguida", "orgullosa", "exclusiva" o "propiedad" son en la frase cómo luces de neón de un bar de carretera.

¿Por qué la revista Hola se empeña tanto, en su página 21, en recalcar tanto estos hechos?

Podría ser que Carole Middleton, hasta ahora, no haya sido distinguida, orgullosa, exclusiva o sin propiedad y la revista, en su función de apoyo a las celebrities emergentes, haga el trabajo sucio de limpiar los expedientes y darles el brillo que su futuro apunta.

Quizás Hola quiera resarcir a la madre de la consorte del futuro rey, de los calvos con el culo en pompa que su hijo James Middleton, a la sazón hermano de la consorte, nos ofreció en fotos posteriores a la boda de su hermana. El público tabloideo es soez y siempre quiere más caña.

O podría ser que Hola simplemente nos quiera recordar, en un párrafo de cuatro frases, que Carole Middleton es la ostia y que el género con el que comercian ellos no tiene nada que ver con el de "otras publicaciones".

Aunque lo único real del Hola de hoy se encontraba en la mitad de la página 67.

Silvia, la niña rubia poseída que se hacía llamar Mari Luz Bachs en el Un, Dos, Tres de nuestras cenas en familia, aportaba en ese rincón de la página el titular que nunca, quizás, tenga ningún Middleton.
"Estoy bien, aunque evoluciono muy lentamente"