domingo, 30 de agosto de 2009

Otro agosto "chapado"

"Septiembre es esto que ya asoma: prevaricación de climas, gente presuntamente renovada, un rearme de rutinas.

Hay que chapar agosto.

El otoño asoma con voracidad caníbal. Los días pasarán de nuevo como minutos en su red de miedos. Los políticos estrenan tamborrada (siempre más anhídrido carbónico del necesario) con su enigma incalculable rebelde a la inteligencia. Que pereza.

Todo resulta demasiado previsible. Las mismas polémicas artificiales. El pensamiento a corto plazo. La amistad, las redacciones, la caligrafía, el buzón aún sin nombre - y va para seis años -, el teléfono que ya suena, todo aquello que ya falla estrepitosamente.

Ya no sé tampoco si esta columna es la última o la primera. Si la gripe apaisada que recitan los periódicos nos hará más supervivientes o más enfermos. A dónde nos llevará su escalinata.

Retorna la peña en racimos. Hay días en que uno se cansa de la realidad, de las noticias, del pájaro mecánico que chilla en los semáforos, indómito, informe, sin sentido. El otoño tiene un falso prestigio de magia. Ya verán cuando lleguen los del Congreso, donde todo es alarido y mundo estrecho. Traen un revivido afán de culto por el menudeo. Ellos no han renunciado a sí mismos, pero han renunciado a nosotros. Lo han demostrado sin tregua durante agosto, con sus guerritas, su cháchara desajustada, las crispaciones y esa berrea de todos juntos en un mismo monumento.

¿Algo habrá comparable a tanta infamia? Desconocen lo que Brecht decía de gente parecida: "Cuando el delito se multiplica, nadie quiere verlo".

La página vuelva a estar en blanco y no nos espera. Tendremos que adivinar, como siempre, lo que no se escribe.

En la radio cantan Los Planetas que hoy hace una estupenda mañana. Y eso, de algún modo, me desdice. La vida vuelve a ser urgente. El lunes regresa al nicho Raúl del Pozo, "con esa pulsación de nuestro pulso", por decirlo a lo Guillén. Y uno llega a Madrid con algo de perro perdido."

Antonio Lucas - El Mundo 29/08/09

miércoles, 5 de agosto de 2009

Agost-Oh!!

Agosto es un Convento Franciscano de arena, que se acuesta con el alba y se despierta con el gazpacho de sardinas, en la cocina fría del pueblo.

Agosto es el principio de la cuenta atrás del preso que ha cogido el tolis tolis de la puerta pequeña, que es la que conduce a la oficina, y entra por la puerta grande de su breve libertad que estira, y se estira, como en un sueño en el que todos los deseos se cumplen.

Un sueño hasta que, de repente, el deadline de los días de libre disposición le ponen la alfombra roja de la puerta de nuevo y debe volver a su celda para seguir dando gracias por la concesión de un tiempo muy concreto, dentro de su privación de libertad.

En ocasiones (sigo viendo muertos) Agosto es Junio o Julio porque salen, con mucho, más baratos (que es la definición que los pobres usamos para "económico", que también sigue siendo poco).

Sale barato ir de A a B o de B a D, ya que los transbordos están a falta de ansias, que es lo que caracteriza al mes 8, en el cual las operaciones salida son como el salto de la valla de la Virgen del Rocío, con todos apelotonados como si se fuera la vida en la ida y, a veces, no hay vuelta.

Pa qué tanta prisa...

Agosto, en fin, es el tiempo más crítico (será por el calor) de los que se tiran por el balcón después de haberse cargado a su parienta (pues tírate y punto, no jodas doble) y de las sombras lapa de la cobardía.

Menos mal que, al menos, los incendios empiezan a apagarse....